El presidente Donald Trump criticó a los líderes europeos, calificándolos de "débiles" y "extremadamente políticamente correctos", y atribuyó la "decadencia" de Europa a políticas migratorias erróneas.Se centró específicamente en Suecia, alegando que se ha convertido en una nación de alta criminalidad debido a la inmigración, contrastando su estado actual con su reputación pasada como uno de los países más seguros del mundo.Trump expresó su apoyo a líderes como
Viktor Orbán, pero aclaró que no ofreció un salvavidas financiero al líder húngaro a pesar de una solicitud, y sugirió que el presidente
Volodymyr Zelensky no había revisado un plan de paz, arriesgando la democracia de Ucrania.