Se informa que inmigrantes embarazadas, incluidas solicitantes de asilo, son retenidas durante meses en centros de detención, enfrentando atención médica inadecuada y malas condiciones, y a algunas se les ofrece dinero para que abandonen el país voluntariamente.Defensores y declaraciones judiciales destacan condiciones nefastas en todo el país, citando casos de mujeres embarazadas supuestamente encadenadas durante abortos espontáneos o a las que se les negó atención prenatal, aunque el
DHS califica las afirmaciones de infundadas.