Una extensa investigación de nueve años ha concluido que las agencias de inteligencia británicas mimaron y protegieron excesivamente a un agente principal del IRA, nombre en clave Stakeknife, durante 50 años, a pesar de su implicación en secuestros y asesinatos.El informe final revela que el
MI5 era consciente del reclutamiento de
Stakeknife y de su papel en la unidad de seguridad interna del
IRA, responsable de identificar y asesinar a presuntos informantes, lo que llevó a los gestores a ignorar las directrices por lealtad y a permitir delitos graves sin justicia.