México se ha convertido en un centro principal para espías rusos, especialmente después de que muchos fueran expulsados de países europeos y de Estados Unidos tras la invasión rusa de Ucrania.Funcionarios estadounidenses temen que Rusia esté aprovechando la proximidad de
México con Estados Unidos y su gran industria turística para llevar a cabo espionaje, y la
CIA ha identificado a más de dos docenas de agentes
rusos que se hacían pasar por diplomáticos, cuya expulsión ha sido supuestamente rechazada por el gobierno mexicano.