Human Rights Watch y el Alto Comisionado de la ONU Volker Türk han condenado la "Operación Espada del Sur" de la administración estadounidense, calificando los bombardeos de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico como "ejecuciones extrajudiciales" que han causado al menos 87 muertes desde septiembre.La administración de Donald Trump afirma que estas acciones forman parte de un "conflicto armado" contra "narcoterroristas", una narrativa que HRW disputa, abogando por el arresto y juicio según el derecho internacional.El presidente
colombiano Gustavo Petro ha condicionado la cooperación antidrogas al cese de estos bombardeos, considerando la presión militar de
EE. UU. como una amenaza a la soberanía.