Keith Kellogg, enviado especial de EE.UU. para Ucrania, tiene previsto renunciar en enero de 2026 debido a los requisitos de confirmación del Senado para enviados que sirven más de 360 días.Su salida genera preocupaciones en Kiev mientras disminuye el apoyo estadounidense en medio de presiones diplomáticas para que Ucrania acepte un marco propuesto por Washington, que podría implicar concesiones territoriales y reducciones militares.No se ha anunciado sucesor y la situación diplomática sigue siendo precaria con Julie Fisher desempeñando el cargo de Chargé d'Affaires.