21m/ 14h
Rachel Reeves se prepara para anunciar el Presupuesto de Otoño, enfrentando un déficit fiscal de hasta £50 mil millones y críticas por las políticas fiscales, las reformas de bienestar y los planes de congelar los umbrales fiscales personales hasta 2030. Numerosas propuestas fiscales, el rechazo empresarial y la confusión pública han dificultado predecir sus decisiones finales, mientras mercados e inversores permanecen atentos a la disciplina fiscal. Rachel Reeves y Keir Starmer consideran el presupuesto decisivo para el futuro político del gobierno, con principales medidas posibles como subidas de impuestos a la vivienda y el consejo, un impuesto al juego, congelamiento de tarifas ferroviarias, ampliación de beneficios infantiles y respuestas a rebajas de previsiones económicas.