Los desafíos económicos de Rusia continúan debido a gastos de guerra y disminución de ingresos petroleros, lo que ha llevado al gobierno a implementar aumentos fiscales significativos, incluyendo un aumento del impuesto al valor agregado (IVA) del 20% al 22% a partir del 1 de enero de 2026.Estas medidas buscan reforzar el presupuesto fiscal en medio de una recesión económica, con un crecimiento proyectado del 1% en este año, tras crecer más del 4% en el pasado.La legislación también contempla reducir el umbral de registro del IVA de 60 a 10 millones de rublos para 2028, afectando pequeñas y medianas empresas.