En la provincia de Guaviare, Colombia, seis niños murieron durante un ataque aéreo dirigido al grupo rebelde FARC-EMC, conocido por reclutar menores como soldados.Iris Marín, defensora de los derechos humanos de Colombia, subrayó la necesidad de que todas las partes cumplan con el derecho internacional humanitario, afirmando que ningún niño debería ser dañado.El presidente Gustavo Petro expresó su profundo pesar por la pérdida de vidas, especialmente la de menores, pero justificó el ataque aéreo como necesario para evitar emboscadas a las fuerzas militares.