Joakim Lundell dice que no recordó supuestos abusos en la infancia hasta los 31 años tras leer expedientes, tras las revelaciones de que el personal de una clínica psiquiátrica forense en Växjö podría haber vigilado en secreto las reuniones abogado‑paciente.El creador del documental Bo‑Göran Bodin dijo que un profesor de psicología ayudó en la investigación pero no apareció en pantalla, y los investigadores Pär Anders Granhag y el psicólogo David Waskuri indicaron que no existe apoyo científico a la idea de recuerdos totalmente reprimidos que regresan intactos, aunque fragmentos de memoria pueden aclararse al exponerse a documentos.Las revelaciones han provocado una investigación policial por presunta vigilancia ilegal en la clínica, una oleada de quejas ante la Swedish Media Authority y Granskningsnämnden, y reclamaciones de la Swedish Bar Association y grupos de derechos por reglas más claras sobre el manejo de expedientes de servicios sociales y la cobertura de recuerdos recuperados.