La familia de Sechita McNair ha enfrentado desafíos significativos, incluida la ejecución de un desalojo y la pérdida de su esposo.Su hijo Elias ha tenido dificultades académicas tras cambiar de escuela, reprobando dos materias en su primer año.McNair aboga por las necesidades educativas de sus hijos mientras trabaja como conductora de Uber y lidia con la inestabilidad habitacional.