El presidente bielorruso Alexander Lukashenko liberó a dos sacerdotes católicos romanos, Henrykh Akalatovich y Andrzej Yukhnevich, tras conversaciones diplomáticas con el Vaticano.Los sacerdotes estaban encarcelados por cargos políticamente motivados, incluyendo traición y abuso infantil, cargos que ellos y grupos de derechos humanos niegan.Esta liberación señala un posible acercamiento entre Bielorrusia y Occidente y sigue esfuerzos diplomáticos previos como una visita de un enviado del Vaticano y una llamada telefónica entre Lukashenko y Donald Trump.