Lennart Guné anunció esta semana que el caso del asesinato de Olof Palme vuelve a clasificarse como sin resolver, tras revisar su razonamiento y retirar a Stig Engström como autor identificado, y renunciar a reabrir la investigación preliminar.Guné afirmó que las incoherencias en los testimonios, las dudas sobre el cronograma y el motivo, y una revisión académica vinculada a la Universidad de Lund socavan el caso contra Engström, que se suicidó en 2000 y no pudo ser juzgado; escribió que «based on the investigative material now available it is not possible to prove who the perpetrator is and further investigation cannot be expected to change the evidentiary situation in a decisive way.»La decisión revierte la designación de Engström en junio de 2020 por el fiscal especial Krister Petersson —vinculada al libro de Thomas Pettersson y a su adaptación en Netflix, que despertó indignación— y suscitó reacciones encontradas; el exjefe de investigación Dag Andersson pidió reactivar la vía de Sudáfrica y apostar por análisis de ADN avanzados.