Los recortes de fondos de los National Institutes of Health (NIH) han afectado a más de 74,000 participantes inscritos en diversos estudios médicos.Las interrupciones causadas por las paralizaciones de financiamiento han impactado estudios sobre condiciones como el cáncer, las enfermedades cardíacas y las enfermedades infecciosas como la COVID-19, lo que ha llevado a retrasos y cancelaciones en la participación en ensayos.