Vladimir Putin visitó un puesto de mando militar vestido de uniforme, donde los comandantes celebraron la supuesta toma de Kupyansk y el casi control de Pokrovsk pese a las importantes bajas rusas en el conflicto con Ucrania.Analistas que supervisan el frente han puesto en duda estos logros mientras Rusia sigue aumentando la presión sobre Pokrovsk empleando artillería, misiles y una producción anual de unos 35.000 drones Shahed.