La guerra en Sudán se ha convertido en una de las crisis humanitarias más graves del mundo, con más de 12 millones de desplazados y más de 25 millones sufriendo privaciones extremas.El conflicto involucra principalmente al ejército sudanés y las Rapid Support Forces (RSF), con crímenes de guerra documentados que incluyen violencia masiva y abusos sexuales.Potencias regionales como Arabia Saudita, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos apoyan diferentes bandos, complicando los esfuerzos de paz, mientras que Donald Trump anunció que "begin to tackle" la crisis tras una petición del príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman.