Las tasas de presión arterial alta entre niños y jóvenes se han casi duplicado en todo el mundo, aumentando del 3% al 6% en menores de 19 años.Los investigadores advierten que este aumento representa graves riesgos para la salud y lo atribuyen a factores como la obesidad, la ingesta de sal y los estilos de vida sedentarios, señalando también mejoras en los métodos de detección.