La Environmental Protection Agency anunció que dejará de defender la regla finalizada el año pasado que establecía un estándar más estricto de 9 microgramos por metro cúbico para la contaminación por partículas finas conocidas como soot.La agencia afirmó que carece de autoridad para estas medidas y se unió a una demanda encabezada por los fiscales generales de Kentucky y Virginia Occidental, respaldando a grupos empresariales y 25 estados liderados por republicanos que buscan volver al estándar anterior de la era Obama.Críticos advierten que esta decisión pone en riesgo la salud pública, mientras que partidarios como Michael Regan ya habían destacado los beneficios sanitarios estimados en $46 mil millones, incluyendo la reducción del asma, hospitalizaciones y muertes prematuras.