La administración ha intensificado su guerra contra las drogas al enmarcarla como una misión de seguridad nacional y contraterrorismo, calificando a los cárteles como organizaciones terroristas, autorizando ataques marítimos y emitiendo una orden ejecutiva que designa el fentanilo ilícito como arma de destrucción masiva tras acciones previas contra embarcaciones sospechosas.Donald Trump dijo en la Casa Blanca que ninguna bomba hace lo que está haciendo esta droga y citó "200 000 a 300 000" muertes al año, una cifra que los expertos en salud pública consideran muy superior a las estimaciones reales.Expertos legales y de salud pública, incluida
Elizabeth Goitein, advierten que la designación como ADM y el mayor papel del
Pentágono podrían difuminar las líneas entre lo penal y lo militar, provocar recursos legales y desviar recursos de la prevención y el tratamiento.