Walid Saadaoui y Amar Hussein fueron condenados por planear un ataque masivo inspirado en el EI en Manchester tras los recientes tiroteos extremistas en Sídney. El dúo planeaba utilizar armas automáticas contra las comunidades judía y cristiana en el Reino Unido, con el objetivo de infiltrarse en una marcha pública y atacar a los servicios de emergencia. El MI5 y la policía frustraron la conspiración mediante una operación encubierta después de que Saadaoui intentara adquirir armas de fuego y municiones en mayo de 2024.Saadaoui, quien idolatraba al cerebro de los atentados de París de 2015, colaboró con Hussein para maximizar las víctimas en lo que los investigadores calificaron como una tragedia potencialmente histórica. Bilel Saadaoui también fue declarado culpable de no revelar información sobre el complot, motivado por ideologías radicales y el conflicto en Israel. La sentencia para los implicados está programada para febrero de 2026 mientras los oficiales de seguridad advierten sobre las persistentes amenazas de radicalización en línea.