La jueza Cameron McGowan Currie anuló las acusaciones penales contra James Comey y Letitia James, al dictaminar que los cargos presentados por Lindsey Halligan eran inválidos debido a su nombramiento ilegal.Erik Siebert, quien lideraba inicialmente el caso, renunció, y los intentos posteriores de Bondi de nombrar retroactivamente a Halligan como "special attorney" también fueron invalidados bajo presión política de Donald Trump.El DOJ planea apelar la anulación, mientras que Comey y James defienden su inocencia y critican los procesos como impulsados políticamente por la administración Trump.