Donald Trump fue observado repetidamente luchando contra el sueño durante una reciente reunión de gabinete en la Casa Blanca, cerrando los ojos varias veces y adormilándose mientras Marco Rubio y otros funcionarios hablaban.Pese al escrutinio público tras un artículo del New York Times y al aumento de las preguntas sobre su salud, Trump negó cualquier pérdida de energía y afirmó haber superado un test cognitivo, mientras que partidarios como Marc Siegel y Laura Ingraham lo defendieron y críticos como Desi Lydic, Gavin Newsom y Jimmy Kimmel manifestaron dudas.La polémica continuó cuando
Pete Hegseth enfrentó acusaciones de haber ordenado bombardeos tras un ataque aéreo en el Caribe, algo que negó atribuyendo la responsabilidad a
Frank Mitchell Bradley, acentuando el debate sobre el liderazgo y la ética de la administración.