El Departamento de Educación, bajo la administración Trump, anunció un acuerdo propuesto para descontinuar el plan de pago de préstamos estudiantiles SAVE, afectando a aproximadamente 7 millones de prestatarios actuales.Esta decisión sigue a desafíos legales de fiscales generales estatales republicanos, requiriendo que los participantes actuales de SAVE seleccionen nuevos planes antes de julio de 2026, lo que podría resultar en pagos mensuales más altos.Por separado, 100.000 prestatarios de planes de Repago Basado en Ingresos (IDR) enfrentan nuevas facturas de impuestos sobre la deuda perdonada, ya que una exención de cinco años expiró, generando críticas de defensores como
Persis Yu y
Elizabeth Warren.