La UE está considerando una revisión significativa de su prohibición de 2035 para los nuevos coches de combustibles fósiles, permitiendo potencialmente que los híbridos utilicen biocombustibles avanzados o e-combustibles y exigiendo acero verde en su fabricación.Este compromiso, apoyado por
Friedrich Merz,
Ursula von der Leyen,
Manfred Weber y
Giorgia Meloni, surge de la inquietud generalizada entre los fabricantes de automóviles y varios estados miembros, buscando proteger los empleos industriales mientras se mantienen los objetivos de neutralidad climática.