Las preocupaciones sobre el gasto de capital en "AI" (AI) aumentan en el sector tecnológico estadounidense mientras empresas como Meta,
Alphabet,
Oracle,
Amazon y
Microsoft incrementan su endeudamiento para financiar una amplia infraestructura de AI.
El entusiasmo de los inversores disminuye debido a dudas sobre la rentabilidad y el retorno de la inversión, con analistas que señalan desajustes entre costes e ingresos y la corta vida útil de los chips AI. A pesar de la caída de las acciones y las advertencias de Rothschild & Co Redburn, las empresas continúan las inversiones y asociaciones en un ecosistema interconectado de AI llamado "the Blob", apoyado por el gobierno de EE.UU. e involucrando a grandes actores como Nvidia y OpenAI.