El sospechoso, un hombre de 23 años condenado por varios actos terroristas motivados por la extrema derecha, admitió que probablemente habría matado a personas si la policía no hubiese intervenido.Los fiscales buscan una condena de doce años de prisión mientras que la defensa sostiene que la sentencia no debería superar los nueve meses ya cumplidos en custodia preventiva.