Skipper, un petrolero incautado por fuerzas estadounidenses en aguas internacionales cerca de Venezuela, fue abordado y sus unos 1,1 millones de barriles de crudo venezolano están retenidos por Estados Unidos mientras el buque se dirige a Galveston y la tripulación será liberada.Funcionarios estadounidenses, incluida la portavoz de la Casa Blanca Karoline Leavitt, dicen que los tribunales decidirán si la carga puede ser confiscada; la inteligencia de EE. UU. vincula al barco, antes llamado Adisa, con una red de contrabando ligada a Viktor Artemov y a envíos iraníes para el IRGC y Hezbolá.La operación, autorizada por una orden federal firmada por
Zia Faruqui y respaldada por la
US Navy y elogiada por
Kash Patel del
FBI, fue denunciada por
Nicolás Maduro, el canciller
Yván Gil Pinto y aliados como Irán, Cuba y Nicaragua, y ha elevado las tensiones diplomáticas y militares en el Caribe;
Donald Trump dijo que podría quedarse con el petróleo.