Donald Trump reconoció públicamente y reiteró sus controvertidos comentarios de 2018 sobre "países de mierda" en un mitin en Pensilvania, apuntando específicamente a naciones como Haití y Somalia mientras abogaba por una "pausa permanente en la migración del Tercer Mundo".Contrastó estas naciones con Noruega, Suecia y Dinamarca, haciendo comentarios inapropiados sobre Karoline Leavitt y cuestionando la legitimidad de Ilhan Omar, refiriéndose a su pañuelo en la cabeza e incitando a corear "que la envíen de vuelta".Las declaraciones provocaron una condena generalizada de figuras como
Whoopi Goldberg y grupos como
Call to Activism y
Human Rights Campaign, aunque la respuesta del
Partido Republicano fue notablemente más moderada en comparación con 2018.