El forense del estado de Queensland, Terry Ryan, determinó que los asesinatos cometidos por Nathaniel, Gareth y Stacey Train fueron actos defensivos basados en creencias delirantes compartidas y no terrorismo religioso.La investigación reveló fallos en la comunicación policial, las creencias extremistas de los Train y recomendó mejoras como el aumento del uso de drones, destacando la complejidad del trastorno delirante compartido detrás del asedio violento.