Michael Jordan declaró en un tribunal federal de Charlotte en una importante demanda antimonopolio contra NASCAR, cuestionando junto a Front Row Motorsports el reparto de ingresos, el sistema de charter y las prácticas monopólicas de NASCAR.La 23XI Racing de Jordan, que invirtió unos $35 a $40 millones y rechazó el acuerdo de extensión de 112 páginas de NASCAR, sostuvo que el sistema de charter crea barreras injustas para los equipos.Testimonios en el juicio, como el de
Heather Gibbs de
Joe Gibbs Racing, señalaron riesgos financieros y pidieron reformas para garantizar estabilidad y un trato más justo a todos los equipos.