Una automovilista en el condado de Swain, Carolina del Norte, vivió una sorprendente experiencia cuando un águila calva dejó caer el cadáver de un gato muerto a través del parabrisas de su coche en la US Route 74.
Kendrick Weeks de la North Carolina Wildlife Resources Commission explicó que las águilas calvas suelen alimentarse de animales atropellados y pueden transportar animales tan grandes como los gatos, aunque rara vez cazan gatos vivos. La North Carolina Highway Patrol confirmó el incidente y destacó que estos encuentros con la fauna local muestran las sorprendentes interacciones entre conductores y animales nativos.