Canadá se ha convertido en el primer país fuera de la UE en unirse a la iniciativa SAFE, movimiento anunciado por el primer ministro canadiense Mark Carney y la presidenta de la Comisión Europea Ursula von der Leyen.El fondo SAFE, que suma €150.000 millones, permitirá a Canadá participar en adquisiciones militares y modernización, con importantes excepciones y un enfoque en fortalecer los lazos de defensa entre la UE y Canadá.Diecinueve estados de la
UE han solicitado fondos
SAFE, siendo Polonia el mayor beneficiario, y el Reino Unido está excluido tras no alcanzar un acuerdo financiero, aunque empresas británicas pueden acceder hasta al 35% de las adquisiciones.