Los líderes de la UE acordaron financiar a Ucrania con dos pagos de 45.000 millones € cada uno mediante endeudamiento europeo después de no lograr respaldo para usar los activos centrales rusos congelados que los negociadores propusieron movilizar.El canciller Friedrich Merz fue reconocido por impulsar el acuerdo en Bruselas, pero los críticos advirtieron que renunciar al plan de los activos congelados traslada la carga a los contribuyentes europeos y socava una propuesta que sus partidarios decían no costaría nada a Europa.El líder belga Bart De Wever siguió siendo un obstáculo clave exigiendo garantías escritas limitadas en el tiempo y topes para proteger a Euroclear y a los Estados miembro de reclamaciones de restitución, mientras Ursula von der Leyen y António Costa continúan trabajando en ingeniería jurídica en medio de ofertas de garantías y la oposición de Viktor Orbán.