El Parlamento aprobó una ley que define el feminicidio como delito autónomo castigado con cadena perpetua, con respaldo bipartidista y fuerte apoyo de Giorgia Meloni.La norma amplía las definiciones de maltrato contra la mujer, endurece las penas, incluye nuevas medidas de custodia y alejamiento, garantiza apoyo a los huérfanos de feminicidio y exige nuevos protocolos de formación e informes para el sistema judicial.El debate sobre las reformas incluyó protestas y críticas de Chiara Braga, Debora Serracchiani, Maria Elena Boschi y Elly Schlein, mientras Giulia Bongiorno aseguró el avance de la ley y Giorgia Meloni pidió agilizar las reformas restantes, aunque el futuro de la ley sobre consentimiento sexual sigue incierto.