Médicos Sin Fronteras (MSF) comenzó a administrar vacunas contra el sarampión en Kachehembe, una zona controlada por rebeldes en la provincia de Kivu del Norte, tras un brote mortal que cobró al menos 11 vidas entre los niños atendidos por MSF.Toussaint Selemani explicó que la campaña se centra en niños menores de cinco años, después de que la crisis del sarampión se agravara por la actividad del grupo rebelde
M23, desplazamientos masivos y acceso limitado a la atención médica.