La Conferencia COP30 se realizó en Belém, Brasil, bajo condiciones difíciles como calor extremo, inundaciones, un incendio cerca del pabellón de Italia y protestas indígenas.El acuerdo final omitió un lenguaje explícito sobre la eliminación de combustibles fósiles pero introdujo un "implementation accelerator" para acelerar la transición y urgió a las naciones ricas a aumentar el financiamiento para la adaptación climática en países en desarrollo para 2035.La sesión final estuvo marcada por tensiones y críticas sobre las omisiones de combustibles fósiles; el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente de COP30André Corrêa do Lago jugaron papeles claves, mientras que Rusia apoyó la presidencia y criticó a los países latinoamericanos.