La policía israelí y funcionarios municipales ingresaron por la fuerza a la sede de la UNRWA en Jerusalén Este el 8 de diciembre de 2025, retirando la bandera de la ONU y colocando una israelí.La operación, que involucró motocicletas policiales y otros vehículos, habría incluido el corte de comunicaciones y la confiscación de muebles y equipos de TI.El Comisionado General de la
UNRWA,
Philippe Lazzarini, condenó la acción como una "violación flagrante de la obligación de
Israel... de proteger y respetar la inviolabilidad de los locales de la
ONU" y un "precedente peligroso."