Investigadores de la Universidad de Oxford han determinado que el beso, definido como un contacto boca a boca no agresivo sin transferencia de alimentos, probablemente data de entre 21,5 millones y 16,9 millones de años y se originó entre antiguos ancestros simios.El estudio, publicado en la revista Evolution and Human Behavior, examinó los comportamientos de beso entre varios primates, incluyendo chimpancés, bonobos, orangutanes y gorilas, y planteó la hipótesis de que el beso evolucionó a partir de prácticas de acicalamiento o de lactancia.Se cree que los neandertales, que vivieron mucho antes que los humanos actuales, también practicaban el beso, respaldados por evidencias de microbiomas orales compartidos y cruce con Homo sapiens.