Ursula von der Leyen lanzó una advertencia contundente en Estrasburgo y pidió una acción urgente antes de una cumbre de líderes de la UE en Bruselas, tras intervenciones previas en el Parlamento Europeo y una diplomacia de cumbre que instó a Europa a actuar con mayor autonomía.Propuso utilizar activos estatales rusos congelados como base de un mecanismo de préstamos multimillonarios para sostener la ayuda militar y civil a Ucrania, citando cifras de la Comisión que sitúan esos activos en torno a 120.000 millones de euros y detallando unos 45.000 millones para reembolsar préstamos del G7, 90.000 millones en préstamos a Ucrania en 2026–27 y unos 75.000 millones en reserva.Bélgica y varios Estados miembros se oponen al plan por preocupaciones sobre reclamaciones de compensación y reparto de riesgos, lo que complica las conversaciones que también afectan a un acuerdo comercial con
Mercosur y la presión de una Administración de EE. UU. más crítica bajo
Donald Trump, mientras líderes como
Ulf Kristersson y
Giorgia Meloni advierten que el resultado es incierto.