Donald Trump firmó recientemente una orden ejecutiva en la Casa Blanca que clasifica el fentanilo ilegal y los químicos precursores como un arma de destrucción masiva, afirmando que «ninguna bomba hace lo que hace esta droga».La orden define el fentanilo ilícito conforme al Controlled Substances Act, excluye el fentanilo médico recetado legalmente, dirige al Department of Defense y al Department of Justice a revisar roles de seguridad nacional adicionales y ordena a Pam Bondi que presente cargos de inmediato y busque penas más duras.Los críticos advirtieron que la denominación podría cambiar las estrategias de enjuiciamiento y las relaciones diplomáticas, provocar desafíos legales inmediatos y desviar recursos de la prevención, el tratamiento y la reducción de daños mientras la administración intensifica las operaciones marítimas y las consultas diplomáticas sobre los precursores químicos.