Christophe Gleizes, periodista francés condenado en
Argelia a siete años de prisión por presunta apología del terrorismo, ha presentado un recurso de casación para obtener un nuevo juicio ante el
Tribunal de Casación. Su caso, denunciado como injusto por
Emmanuel Macron, criticado por
Reporteros Sin Fronteras y seguido de cerca por la
diplomacia francesa, se ha convertido en un símbolo de las preocupaciones sobre la libertad de prensa y la falta de transparencia judicial en
Argelia. El asunto está profundamente ligado a las tensas relaciones entre Francia y
Argelia, deterioradas por el respaldo oficial de París a la
soberanía marroquí sobre el
Sáhara Occidental y por la sensibilidad de las autoridades argelinas hacia el Movimiento por la Autodeterminación de la Cabilia, catalogado como organización terrorista por Argel.