Giorgia Meloni y Elly Schlein convirtieron Roma en un doble escenario político, con Schlein aprovechando la asamblea del Partido Democrático para lanzar un «cantiere programmatico» que prepare al centroizquierda para gobernar y para anunciar que el carné del partido de 2026 estará dedicado a Tina Anselmi, mientras Meloni clausuraba Atreju burlándose de su ausencia y presentando a la derecha como un dique frente a un amplio frente de izquierdas en Italia y en Europa.En su largo discurso final en
Atreju, Meloni defendió las políticas sobre los centros de migrantes en Albania, la rebaja del IRPF y su agenda sobre la familia, al tiempo que arremetía contra jueces, medios y figuras como
Francesca Albanese, lo que llevó a críticos y verificadores de datos a denunciar un relato cargado de exageraciones y falsedades respecto a las sentencias europeas, los datos presupuestarios y los informes de los servicios sociales.